miércoles, 5 de diciembre de 2012


UNA SANA ENVIDIA




 Me levanto, bajo al buzón y como cada año en estas fechas está rebosar de folletos de juguetes. Los subo a casa y me siento con mi hija y mi mujer para hacer la carta a los Reyes Magos. 

 Observo que las hojas están divididas entre rosas y azules, mal empezamos, pero en fin continuamos. Las páginas rosas se llenan de niñas disfrazadas de princesas jugando con muñecas, y las azules de niños disfrutando con coches y pistolas, no me lo puedo creer, en todos estos años desde que yo era niño, y han pasado más de 30 años, nada ha cambiado. Pero no sólo es en ese catálogo, en todos ocurre lo mismo, y de repente me acuerdo de la noticia que leí antesdeayer, en Suecia después de recibir muchas críticas por discriminación, una cadena de jugueterías se había visto obligada a modificar su folleto navideño y en el nuevo aparecían niños disfrazados de princesas y niñas jugando con coches. 

 Y  de repente me imagino que ocurriría en nuestro país (un país que ha tardado siete años en emitir una sentencia que declara que las personas del mismo sexo pueden casarse) si en un folleto apareciera un niño disfrazado de Blancanieves, me imagino a más de uno rascándose las vestiduras, o los hábitos, diciendo  " Dónde vamos a llegar". 


 Siento envidia, envidia de Suecia que destina 13 millones de euros en promover políticas de igualdad en los colegios y que no tiene un ministro de cultura que subvenciona colegios que discriminan por sexo, o alcaldes que menosprecian a hombres  porque hablan en femenino.

 Nos queda tanto por aprender... pero mientras tanto continuaré sentado con mi hija contándole las bondades de un tipo como Rayo Mc Queen e intentando convencerla de que la barbie no sabe nada sobre Rusia y su gente.

Luis Fernández Bayón

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