domingo, 7 de abril de 2013

CIUDADANO O IDIOTA




CIUDADANO O IDIOTA


No es mi intención insultar a nadie aunque, he de reconocer, en ocasiones me quedo con ganas.

Ciudadano o “idiote”, estas eran, y creo que podían seguir vigentes, las dos acepciones que se utilizaban en la Grecia antigua, la que dio origen a la democracia, para que sus habitantes se etiquetaran en función de su actitud hacia la comunidad y hacia el propio sistema político.

Se denominaba CIUDADANO a la persona que era consciente de sus derechos y los ejercía y también, y sobre todo, sabía de sus obligaciones y las asumía con responsabilidad, entre otras la defensa de sus derechos si éstos se veían amenazados porque si una de las dos premisas, derechos u obligaciones, se perdía también desaparecía la condición de ciudadanía.

Por el contrario IDIOTE (idiota) era aquel que solamente y de forma insolidaria se aplicaba en la exigencia de sus derechos y a veces ni eso, sin aportar al conjunto de la sociedad ningún valor añadido. Era aquel que de forma consciente o inconsciente hacia uso del sistema exclusivamente para su mejora personal, sin percatarse que esa actitud iba haciendo mella, deteriorando y erosionando los principios que inspiraban los fundamentos del sistema democrático. Sistema que se alimenta de la participación de la aportación.

¿Nos suena todo esto?

Cada día, en cuanto nos despertamos tomamos decisiones que nos posicionan ante los demás y ante nosotros mismos. Es lo bueno de la democracia, nos da la libertad de decidir ser ciudadanos o tomar la opción de ser idiotas.