Querida Navidad ,querida cena de
empresa
Día 14 de Diciembre del año 1.998
Son las 19,30 , como ya me he duchado
creo que me voy a vestir.... Al final ¿qué me pongo? Ya está el
jersey negro y pantalón negro ,parece que voy de luto pero al menos
voy discreta.Es mi primera cena de empresa navideña y voy de
obsevadora por no meter la pata.
Llego puntual porque me da vergüenza
llegar tarde. ….Y COMIENZA EL SHOW!!
Y es que esto de las cenas de empresa
en Navidad es un mundo, un mundo a parte donde se rompen las reglas y
la monotonía. Recuerdo bien mis momentos preferidos de aquella
noche.
Cuando llegué me encontré con el
grupito que sale sólo una vez al año y ¡es navidad,! eso merece
arreglarse , perdón, alicatarse.
Madre mía, si les ves aparecer
acuérdate de ponerte las gafas de sol porque parece que les vomitó
encima una estantería de purpurina de los chinos, llevan
lentejuelas, bisutería, lamé... en ese momento pensé: “¿llevarán
las bragas igual?,cómo tiene que picar”.Íbamos a una bodega pero
¡daba igual como que íbamos al Ritz en Nochevieja!
Otra compañera que tenía como máxima
en la vida “soy sexy”, para ir de gala había que ponerse C.T.A
como supondreis eso no era ir correcta,tranquila y aseada, era ir
corta, transparente y ajustada. De risa, alguno se queda sin cenar
...sólo va a babear
Y estaba el pequeño grupo de “me
pongo elegante, voy con traje”.Un traje del año 1.975 que es
cuando fueron de invitados a la última boda y todavía le estaban
amortizando , creedme eso no era moda vintage.
¿Y qué cenamos ? Qué más daba si
pagaba la empresa,¡ qué corra el jamón y el vino!
Pero cuando acabas de cenar ..... hay
un momento.... memorable, transcendental, bucólico diría yo …
cuando un compañero tuyo pasado de vinos ,con la corbata atada a lo
Rambo ,coge una servilleta y dándola vueltas por encima de la cabeza
grita “¡que se besen , que se besen !”
Y digo yo ¿ qué se bese quién ? ¿
mis jefes?¿ el camarero a punto de suicidarse y yo? ¿nosotros con
los del hogar del jubilado de la mesa de al lado?
Como ya íbamos calentitos , fuimos a
rematarlo.
Tengo que hacer en este momento una
mención especial a quién me ha ayudado todos estos años a superar
estos momentos, a sobrellevarlos sin sonrojarme, y a olvidarles
aunque sea momentáneamente : gracias Sr.Gintonic.
Y es que de otra forma no hubiera
podido aguantar la vergüenza ajena cuando una compañera llamó a
la pista de baile a la dueña de la empresa de 90 años, Dª Josefa
diciendo :” Pepi venga levanta , a bailar!.Ay la virgen , ¿Pero
cómo quiere que se levante y baile si va con muletas? si yo creo que
sobrevivió al Titanic. Me muero de corte ….bebo... gracias Sr
cuarto Gintonic
Y allí estaba yo intentando seguir en
paso a uno de mis jefes que bailaba juntando los puños en
movimiento maraca y paso alante paso atrás, paso alante paso atrás
, “Díos que ahora viene otro giro”. Esto es mundial ...bebo...y
me mareo.....gracias Sr. sexto Gintonic
Y es que yo desde hace años tengo una
cosa clarísima mi decisión de ir o no ir a una cena de Navidad de
empresa depende única y exclusivamente de la canción y baile del
momento, he aguantado “la macarena” ,”el Venao”,”la danza
Kuduro”, pero lo que no voy a poder aguantar ni con 20 gintonics es
ver a ningún directivo bailando el Gangnam Style, eso sí que no,
este año no voy.
En fín , 6,00 hrs ,llegó la hora de
irse recogiendo , allí dejé aquella noche a mis compañeros de
entonces, alguno estába gracioso, otros vomitando, un inconsciente
ligando con la que se tiraba los trastos (que no los tejos ) todas
las mañanas, y en una esquina dejé a una señora ojerosa que
bostezaba, pero que no volvía a casa antes que su marido (que
también tenía cena de empresa) ni loca....
¡Qué cuadro! Hasta el próximo año.
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