domingo, 16 de diciembre de 2012

Querida Navidad, querida cena de empresa


Querida Navidad ,querida cena de empresa


Día 14 de Diciembre del año 1.998

Son las 19,30 , como ya me he duchado creo que me voy a vestir.... Al final ¿qué me pongo? Ya está el jersey negro y pantalón negro ,parece que voy de luto pero al menos voy discreta.Es mi primera cena de empresa navideña y voy de obsevadora por no meter la pata.
Llego puntual porque me da vergüenza llegar tarde. ….Y COMIENZA EL SHOW!!

Y es que esto de las cenas de empresa en Navidad es un mundo, un mundo a parte donde se rompen las reglas y la monotonía. Recuerdo bien mis momentos preferidos de aquella noche.

Cuando llegué me encontré con el grupito que sale sólo una vez al año y ¡es navidad,! eso merece arreglarse , perdón, alicatarse.
Madre mía, si les ves aparecer acuérdate de ponerte las gafas de sol porque parece que les vomitó encima una estantería de purpurina de los chinos, llevan lentejuelas, bisutería, lamé... en ese momento pensé: “¿llevarán las bragas igual?,cómo tiene que picar”.Íbamos a una bodega pero ¡daba igual como que íbamos al Ritz en Nochevieja!
Otra compañera que tenía como máxima en la vida “soy sexy”, para ir de gala había que ponerse C.T.A como supondreis eso no era ir correcta,tranquila y aseada, era ir corta, transparente y ajustada. De risa, alguno se queda sin cenar ...sólo va a babear
Y estaba el pequeño grupo de “me pongo elegante, voy con traje”.Un traje del año 1.975 que es cuando fueron de invitados a la última boda y todavía le estaban amortizando , creedme eso no era moda vintage.

¿Y qué cenamos ? Qué más daba si pagaba la empresa,¡ qué corra el jamón y el vino!

Pero cuando acabas de cenar ..... hay un momento.... memorable, transcendental, bucólico diría yo … cuando un compañero tuyo pasado de vinos ,con la corbata atada a lo Rambo ,coge una servilleta y dándola vueltas por encima de la cabeza grita “¡que se besen , que se besen !”
Y digo yo ¿ qué se bese quién ? ¿ mis jefes?¿ el camarero a punto de suicidarse y yo? ¿nosotros con los del hogar del jubilado de la mesa de al lado?
Como ya íbamos calentitos , fuimos a rematarlo.

Tengo que hacer en este momento una mención especial a quién me ha ayudado todos estos años a superar estos momentos, a sobrellevarlos sin sonrojarme, y a olvidarles aunque sea momentáneamente : gracias Sr.Gintonic.

Y es que de otra forma no hubiera podido aguantar la vergüenza ajena cuando una compañera llamó a la pista de baile a la dueña de la empresa de 90 años, Dª Josefa diciendo :” Pepi venga levanta , a bailar!.Ay la virgen , ¿Pero cómo quiere que se levante y baile si va con muletas? si yo creo que sobrevivió al Titanic. Me muero de corte ….bebo... gracias Sr cuarto Gintonic

Y allí estaba yo intentando seguir en paso a uno de mis jefes que bailaba juntando los puños en movimiento maraca y paso alante paso atrás, paso alante paso atrás , “Díos que ahora viene otro giro”. Esto es mundial ...bebo...y me mareo.....gracias Sr. sexto Gintonic

Y es que yo desde hace años tengo una cosa clarísima mi decisión de ir o no ir a una cena de Navidad de empresa depende única y exclusivamente de la canción y baile del momento, he aguantado “la macarena” ,”el Venao”,”la danza Kuduro”, pero lo que no voy a poder aguantar ni con 20 gintonics es ver a ningún directivo bailando el Gangnam Style, eso sí que no, este año no voy.
En fín , 6,00 hrs ,llegó la hora de irse recogiendo , allí dejé aquella noche a mis compañeros de entonces, alguno estába gracioso, otros vomitando, un inconsciente ligando con la que se tiraba los trastos (que no los tejos ) todas las mañanas, y en una esquina dejé a una señora ojerosa que bostezaba, pero que no volvía a casa antes que su marido (que también tenía cena de empresa) ni loca....
¡Qué cuadro! Hasta el próximo año.












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